(Javier Milei y Victoria Villarruel): Poseía un carácter explosivo, encarnación viva de la feminidad, pero con un corazón tan noble como el de ninguna otra. Inquebrantable en su determinación de ser dueña de su destino, rechazaba cualquier intento de cambio y jamás permitió que nadie menoscabara su dignidad. Sin embargo, al cruzarse con él en su camino, se vio obligada a aceptar un destino distinto. Él no la amaba; ella sí lo hacía, y él era plenamente consciente de ello. A pesar de la intimidad compartida, entre ambos solo floreció una tortuosa amistad, sin que nada más trascendiera.