Mi alma se expande, y aun en los rincones fuera de cada habitación, hay cosas que van encontrando su espacio y tomando lugar a la fuerza: ideas, personas, palabras, canciones, colores, olores. Si yo fuera una caja en una de las habitaciones del universo, seguiría siendo compleja, perfecta, imperfecta y amada por Él.
Este cuaderno está repleto de secretos; no es una historia, más bien es un almanaque de memorias dispersas en el espacio-tiempo: canciones, sueños, personas, y en ellas, pedazos de mi alma alojados en escritos como cajas dentro de un depósito viejo y poco explorado. Está lleno de conversaciones, pensamientos, canciones y secretos, tanto míos como ajenos, y del creador del universo, a quien yo llamo Dios.