Me llamo Elisabeth y tengo 23 años. De la noche a la mañana todo mi mundo se ha venido abajo y nada es cómo creía.
En tan sólo 4 meses, he visto cómo unos vampiros mataban a mi novio, mi mejor amiga ha desaparecido y, por si fuera poco, he descubierto que solo yo tengo la llave para destruir el mundo vampírico. ¡Una jodida locura, vamos!
¿Creías que la cosa acababa ahí? Pues aún queda lo mejor.
Hayden, el Alfa de una manada de licántropos, me tiene retenida en su casa. Dice que es para protegerme, pero casi nunca lo veo. Aunque quizás sea lo mejor. Sus ojos verdes encienden algo en mi interior que jamás había sentido, un instinto animal qué arrasa todo. Y eso, me da mucho más miedo que cualquier vampiro. Incluso si ese es Alastor, el último pura sangre. El rey del mal.
¿Podremos destruir a Alastor y a su reino vampírico? ¿Podré descubrir quién es realmente Hayden y por qué me provoca ese torbellino de emociones? ¿Conseguiremos salvar a Katherine? Hay tantas incógnitas y tan pocas respuestas.