Lydia siempre ha sido hija Ășnica, pero despuĂ©s de que su padre se divorciara y decidiera casarse con su nueva mujer, Lydia conoce a los que serĂĄn sus nuevos hermanastros, dos gemelos, uno de ellos Tom Kaulitz, el cual dice enamorarse solo de mujeres mayores, pero, ÂżserĂĄ que su nueva hermana menor cambie eso? No, claro que no, ellos se odian, Âżno es asĂ...?
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-ÂżDe verdad tienes que ser tan irritante todo el tiempo, Tom? No puedes ni pasarme la sal sin hacer un comentario sarcĂĄstico. - digo dando un golpe en la mesa
- Oh, lo siento, princesa. ÂżTe molesta que no me incline a tus pies cada vez que pides algo? - Dice con una sonrisa irĂłnica.
- Claro que no, eso serĂa demasiado para tu gigante ego, ÂżNo es asĂ? - Me pongo de pie apoyando mis manos en la mesa y Ă©l imita mi postura.
- Tal vez si dejaras de actuar como si fueras la reina de todo, me serĂa mĂĄs fĂĄcil ser amable. -dice acercĂĄndose un poco mĂĄs.
- Y tal vez si no fueras tan insoportable, podrĂamos llevarnos bien por una vez. - digo dando un paso para delante.
-¿Eso es lo que quieres, Lydia? ¿Llevarnos bien? -él baja el tono de su voz y se acerca a mà para después acorralarme entre sus brazos y la mesa.
- Yo... no puedo estar peleando contigo siempre. -digo mientras tartamudeo por su cercanĂa.
- Tal vez porque pelear contigo es lo Ășnico que me mantiene cuerdo. All Rights Reserved
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