Arianna era una chica extrovertida, no muy querida, Sebastian era un niño que lo único que amaba era comer, eran polos completamente diferentes, no podrían tener un romance...¿O si?
Lamentablemente me enamore de alguien que no debía, de alguien a quien le daba igual lo que yo sintiera, solo le importaba aumentar su ego y jugar conmigo, sin darse cuenta que todo eso cambiaria...