Cuando las luces se apagan || ruski

Chiara y Violeta son amigas desde siempre. Pasaron toda la vida juntas a la par, aunque nunca fueron solo dos. Su amistad también incluía a Ruslana, la hermana menor de Violeta.
Si había algo que Chiara odiaba más que la oscuridad, era la presencia insoportable de Ruslana.

La menor siempre estaba entre ellas con su actitud desafiante y su obsesión por demostrar que no era una niña pequeña. No sabía de dónde salía eso, quizás se debía a que Chiara vivía recordándole que sí lo era. Encontraba en ella una constante molestia, un recordatorio perpetuo de lo que significaba que por desgracia, su amiga no era hija única.

Sin embargo, es increíble lo mucho que cambian las cosas con la ausencia de luz. Al parecer lo lúgubre borra barreras, revela tensiones y destapa deseos oscuros. Pero sobre todo, demuestra que al apagarse la luz, otras cosas pueden encenderse.