Pudieron haber sido el mejor equipo que el mundo hubiera visto jamás, pero los superhéroes en la vida real son más disfuncionales de lo que uno esperaría... Tras la muerte de su padre adoptivo, se reúnen y terminan teniendo un objetivo común: salvar al mundo. Aunque el pronostico más probable al que los Hargreeves llegarían, implicaría su destrucción. Después de todo, eran adictos al caos y amar a cualquiera de ellos era una sentencia a muerte ¿No es así?