Isanna de 26 años, nunca ha tenido un verdadero amor, en el pasado se ilusionó, pero fue lastimada y cerró su corazón.
Tomó la decisión de estar soltera, no necesita a nadie para ser feliz, se dedicó a sus estudios y posteriormente a su trabajo, sin embargo, en el fondo aún anhela ser amada.
Construyó una mascara de falsa seguridad y autoestima para no sentirse vulnerable, pero llora en silencio cuando nadie la ve. Por miedo a ser lastimada de nuevo, se alejó de todos y no confía en nadie, se quedó completamente sola.
Su corazón se volvió difícil de amar, ya no siente, ya no palpita como antes, su vida está vacía. Está tan ensimismada que no nota la venda que cubre sus ojos, está reacia a salir de su zona segura, donde nada la puede lastimar, pero...
¡en la nada, nada pasa!