Primero que nada, quiero explicar qué es un "nepobaby":
"El término 'nepobaby' se refiere a una persona que ha obtenido privilegios o oportunidades en su vida gracias a sus conexiones familiares, especialmente si sus padres o familiares son figuras prominentes en la industria del entretenimiento, la política o los negocios. Es un concepto que critica la idea de que el éxito a menudo depende más de las relaciones familiares que del talento o el esfuerzo individual."
Y eso era lo que era una nepobaby para el mundo: con mis privilegios y mi familia poderosa. Pero, sinceramente, no me importaba. La escuela a la que asistía estaba llena de ellos, un mundo aparte, repleto de descontrol, fiestas y excesos. Allí, el valor de las personas parecía medirse por su apellido y las conexiones que tenían.
Y fue en este entorno superficial donde lo conocí. Su nombre era Kai, un chico que parecía tan ajeno a ese mundo. Aunque era un nepobaby como yo, a diferencia de los demás, era un alma libre, con una energía que desafiaba las convenciones y una mirada que cuestionaba todo lo que le rodeaba. En medio de las fiestas y el bullicio, él era el respiro fresco que necesitaba. Mientras otros se dejaban llevar por el glamour y la superficialidad, Kai navegaba con una autenticidad que lo hacía destacar.
Lo primero que me llamó la atención de él fue su risa: era genuina, despreocupada, como si no le importara en absoluto el ambiente que lo rodeaba. En nuestras conversaciones, descubría en él una perspectiva diferente sobre la vida, una que contrastaba con el enfoque materialista y superficial de la escuela. Hablábamos de sueños, de anhelos y de la lucha interna que ambos sentíamos por definir nuestra identidad en medio de las expectativas de los demás.