- Giyu... prometeme que siempre que mires un atardecer me recordaras... - dijo el joven de cabellos melocotones con sus últimas fuerzas que aún tenía -Sabito, no me dejes porfavor, no me dejes tu también. Yo te necesito a mi lado, por favor resiste- suplicaba entre lágrimas mientas abrazaba con toda sus fuerzas el cuerpo de su primer amor -Ya no queda tiempo... te quiero Giyu- decía mientras lentamente su corazón dejaba de latir sediendo finalmente ante su muerte ya anunciada -No!... Sabito no me dejes! - gritaba con su alma desgarrada el de ojos azules mientras se negaba a aceptar la muerte de Sabito En el medio del bosque, donde los primeros rayos del sol se hacían presentes solo reinaba un eterno silencio ya que tan sólo minutos antes había sido testigo de la muerte de aquel alegre joven de cabello melocotón quien había dejado atrás a un joven de ojos azules con el corazón hecho pedazos tras su partida... - ¿Aun lo extrañas demasiado? - preguntaba el más bajo mientras se inclinaba un poco sobre la tumba de aquella persona que el de ojos azules tanto amaba - No existe momento en el que no lo extrañe, el significaba todo para mí. Y ahora el ya no está aquí porque no pude protegerlo - expresaba con un dolor demasiado profundo el de ojos azules - Estoy seguro de que algún día se reunirán y podrán ser felices juntos - decía el más joven mientras acariciaba en nombre tallado sobre la lápida - Tal vez en otra vida... - decía el mayor mientras miraba por primera vez en mucho tiempo como el atardecer se ponía lentamente en el lejano horizonte En otra vida sería porque en esa solo le quedaba un corazón lastimado que jamás podría volver a amar a alguien que no fuera su querido Sabito.All Rights Reserved