Una leyenda Japonesa cuenta que cada uno de nosotros nace con un hilo rojo invisible que nos ata a la persona a la que estamos destinados, a pesar del tiempo, las circunstancias y la distancia, el hilo rojo puede tensarse y enredarse, pero jamas se rompera. A mi me gusta mas decir que es el destino, que nos pone a personas en nuestro camino, pero una de ellas está destinada a quedsrse en nuestra vida, solo nuestro corazón conoce cuál de ellas es, porque desde el primer día sucede algo extraordinario.All Rights Reserved
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