Se dice que los dioses suelen ser tan crueles con las almas más piadosas. ¿Pero que pasaría sí deciden juntar almas negras a una tan luminosa cómo el brillo por la mañana?, ¿estarían listos para esa destrucción o sólo aceptarían que es un juego y ya? En la guerra puede haber mucha destrucción, pero nadie está preparado para las cenizas que deja con ella. Y menos si el verde y el rojo danzan entre estás.