Aquel día todo cambió, el día de mi muerte, el día en que yo dejaría de existir en el plano material que llamamos “Tierra”. Jamás podré olvidar todo lo que ocurrió aquel nefasto día, lo que ví ahí, lo que me sucedió y mucho menos podré olvidar todo lo que vendría después; nunca pensé en ver a la Muerte tan de cerca, a la mismísima Muerte venir por mí y, llevarme hasta el infierno, a raíz de esto descubriría qué y quién soy en realidad. Siempre pensé que algún día llegaría al cielo, pues siempre fui una buena persona pero, al parecer eso nunca se cumpliría… Iría al infierno, ¿A qué? Se los resumiré a continuación.
Mi muerte fue solo un comienzo. A raíz de lo acontecido ese día, el día de mi muerte, vendría mucho más… Como dije antes sería arrastrado al infierno por la mismísima Muerte, aquí descubriría qué y quién soy en realidad, un demonio; descubriría lo que pasaría a ser mi destino, pasaría de ser un don nadie a ser ‘aquel que lleva el porvenir del inframundo sobre sus hombros’ pero, ¿Solo? La respuesta es: no. Durante mi travesía me acompañarían algunas personalidades, aliados, seguidores y por supuesto enemigos; todas distintas, personalidades que siempre estarían ahí para mí, para ese que ellos conocen como el Elegido. Mi nombre es Paul, y esta es mi historia.
Lorien atravesó el Universo Marvel y emergió como un consejero psicológico de primer nivel. Es más, fue pionero en el sistema de 9 a 5, asegurándose de nunca trabajar horas extras y holgazanear durante y después del trabajo, ¡y aún así logró ingresar diariamente y cosechar recompensas aleatorias de todo el mundo! ¿Gwen una spider? ¿Scarlet Witch? ¡Él podría manejarlos a todos!