Juliette encontraba la tranquilidad que tanto anhelaba viajando y tomando fotos para recordar aquellos momentos en los que desconectaba de su realidad. Una vez, decidió ir a investigar un pueblo a las afueras de Grecia, lo que resultó ser una mala idea. De alguna manera, terminó en una realidad completamente distinta a la suya, en la que se vio obligada a mantener una relación con Elian Sumner, el príncipe de Valoria. Su gente pensó que Juliette, por las prendas que vestía, podía ser de familia adinerada, pero nunca nadie se imaginaría que ella ni si quiera era de su especie, y tampoco podían hacerlo. Dos personas, dos caminos cruzados entre sí. El odio les puede, pero el amor aún más, ¿cómo acabará esto?