Ninguna escritora escribe (evidentemente) una historia narrada por el protagonista donde el que es rescatado y chantajeado por la protagonista es el, en donde los papeles son invertidos como el mío, soy un simple ciudadano que en ocasiones presta su auto como taxi y que hizo un viaje de la aplicación y a quien recogí de ese antro de mala muerte era la princesa Annalise Esmeralda Nowak princesa heredera de Ciudad Esmeralda. Los hombres también podemos ser víctimas de hermosas mujeres de ojos color esmeralda.