Miedo a la profundidad de tus ojos

Brandon Molina fue su primer amor. Su todo. Y también su mayor pérdida. Samita Jaziri tenía apenas diecisiete años cuando el destino le arrebató la única certeza que había conocido: él. Desde entonces, su vida se convirtió en un eco de recuerdos, en un intento constante de seguir adelante sin sentir que lo traicionaba con cada respiro.

Entonces, Morgan regresa. El mejor amigo que la abandonó cuando más lo necesitaba. El único que compartió su duelo y que, al mismo tiempo, la dejó sola con él. Su regreso no es una casualidad, sino un castigo disfrazado de coincidencia: Samita se ve obligada a convivir con él y con Gabrielle, un desconocido que parece ajeno a su historia pero que, de algún modo, termina enredado en ella.

En esa casa que no es un hogar, cada día es un recordatorio de todo lo que se rompió. Morgan es la herida abierta. Gabrielle, la ilusión de algo nuevo. Pero Brandon sigue ahí, atrapado en su memoria, en las páginas de un diario perdido que alguien más ha estado leyendo en silencio.

Amar después de perder se siente como una traición. Avanzar se siente imposible. Pero el pasado no deja de empujarla hacia adelante, arrastrándola en su marea, obligándola a mirar de frente lo que más teme: que el dolor no la ha dejado ir, porque una parte de ella jamás ha querido soltarlo.