Mia Thomson es una chica de 26 años con una mezcla única y extravagante: padre griego, madre noruega, y nacida en Sídney. Estudió Derecho Mercantil, y según su amiga Cala, es un "desastre con patas" certificado. Mia es la definición perfecta de torpeza adorable, y su vida es una serie de situaciones cómicas dignas de una comedia de enredos.
Todo comienza cuando Cala gana un viaje con todos los gastos pagados a Hawái. En el avión, Mia y Cala conocen a Eros y su mejor amigo Ashton. La coincidencia no acaba ahí: las chicas se alojan en el mismo hotel que los chicos.
Eros, de 28 años, es un graduado de Harvard en Dirección y Administración de Empresas, preparado para dirigir la cadena de hoteles de su padre. Eros es trabajador y le encanta la fiesta, aunque no cree en las relaciones serias. Nunca se ha enamorado, pero su vida está a punto de cambiar.
Después de unas vacaciones llenas de aventuras y torpezas, Mia empieza a trabajar como abogada en los hoteles de la familia de Eros. Robert Bennett, el padre de Eros, la considera una de las mejores abogadas del país.
Así, Mia se convierte en el adorable desastre de Eros, desatando una serie de eventos cómicos y románticos que demuestran que el destino tiene un sentido del humor muy peculiar. ¿Podrán este encantador desastre y el heredero del imperio hotelero encontrar el equilibrio entre el trabajo, las risas y, quizás, el amor?
Todo lo que Samuel desea en el mundo es estabilidad para sí mismo y su familia; se exige día a día para lograrlo, hasta que al fin empieza a ver los frutos de su esfuerzo. Sus planes van muy bien, pero un día conoce a Catherine, una niña rica y mimada que, a diferencia de él, lo ha tenido todo en la vida y sin demasiado esfuerzo.
Lo último que planea es enamorarse, pero sus propósitos, su vida, y todo su mundo terminan de cabeza ante una mirada, ante un beso.
Para Catherine, él es más que un juego, más que un reto. Samuel es su vida y su todo, pero para poder estar juntos, ambos tendrán que aprender que las mentiras tienen consecuencias, y que el amor verdadero debe ser un fuego que nada pueda apagar.