"Oye, siempre tuve una duda. . . .¿Cómo se sentirá ser pareja de un asesino?" Preguntó ___, mirando a su amiga.
"No lo sé, pero se escucha caliente." Dijo igual de atrevida que siempre.
"¡Eres una asquerosa, Laila!" Reprochó a la joven con disgusto.
"Ya, lo siento. Como no te gustó mi respuesta, ahí te va otra. . . .creo que de alguna manera te sentirás especial, después de todo, dudo que enamorar a un asesino sea fácil." Dijo indiferente mientras sacaba un cigarrillo. Le ofreció a su amiga pero aquella se lo rechazó casi al segundo.
"Tienes razón. . ." murmuró ___, posando su cabeza en la palma de su mano, pensando en ello fervientemente.
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Muchas gracias a los que le den una oportunidad a mi historia. Ojalá la disfruten.
Desde ya les aviso que esta historia tendrá temas sensibles, así que les pido discreción.
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aquel chico que se burlaba de mí por mi sobrepeso y al que ahuyenté cuando decidí defenderme. Mi encuentro con él y mi comentario imprudente en la fila para votar es el inicio de una propuesta que no puedo rechazar, así como tampoco puedo negar la profunda atracción y el inmenso deseo entre los dos.
De la noche a la mañana me he vuelto la futura dama y también he descubierto que soy la obsesión del presidente.