Mi vida era feliz, tenía el novio perfecto, pero todo cambió el día de mi boda, el muy desgraciado se atrevió a dejarme plantada... sí, señores, quedé como una idiota delante de miles de personas, mientras la prensa grababa en vivo la humillación que pase. Pero eso no fue lo peor... toque fondo cuando me enteré de que estaba embarazada del hombre que me plantó en el altar. Me toco huir y dejar todo atrás, ¡Renaceré de las cenizas y lo haré pagar, eso lo juro!