Nancy también estaba encerrada pero no por la misma razón que el resto del mundo, el pánico había ganado la lucha que llevaban peleando desde su infancia y la había arrastrado al rincón mas profundo de su ser, era el quinto día de su encierro, seguía en el mismo lugar desde que atendió el ultimo paciente de su consulta, aun tenia agua pero su reserva de solidos se agotaba, de todos modos no era necesario tener muchas reserva de calorías para cambiar de posición en un rincón, despeinada con el mismo conjunto de hace días, descalza sentada en el suelo apoyando la espalda contra la pared, se abrazaba a si misma por el temor de solo pensar que había detrás de la puerta.