"Solo es tu imaginación..." murmuré, repitiéndolo como si fuera un mantra, tratando de creer que sólo era un truco de mi mente y que no había nadie siguiéndome. De repente, escuche una risa a mis espaldas, haciendome sobresaltar de sorpresa y miedo. El sonido agudo y estridente resonó en el oscuro pasillo, llenando el silencio con una sensación de malicia y perversión. Aunque el miedo aún me invadía, me forcé a seguir avanzando, buscando una salida desesperadamente. Cada fibra de mi ser quería girarse para ver quién o qué seguía mis pasos, pero de alguna manera sabía que no debía volverme. Tenía que mantenerme enfocada en una cosa: encontrar la salida. De repente, una voz profunda y siniestra rompió el silencio del pasillo, haciendome estremecer de miedo. "¿A dónde crees que vas, princesa...?"