-Créeme, si pudiera olvidar todo lo vivido y enterrarte en mi memoria, lo haría, pero no puedo.
-No te dejaría.
-¿El qué?
-Te lo dije hace tiempo y te lo digo ahora, no puedo no ser egoísta contigo, te quiero junto a mí. Quiero estar a tu lado, quiero estar contigo, Mei. ¿Tan difícil es de creer?
-No es que sea difícil, Sunwoo, pero toda la situación que nos rodea sí.
No me contesta, pero hay algo en su mirada que me provoca intranquilidad y, frente a todo pronóstico y rompiendo la promesa que me hizo, sí se comporta como un capullo y me besa.
Simplemente quería vivir la experiencia que no pude durante mis meses de intercambio en Seúl. Pensaba que con las prácticas, el trabajo y sobrevivir a todo ello era suficiente. Hasta que lo vi y supe que solo era el principio de lo que comenzaba a experimentar y que iba a ser mucho más a lo que tendría que sobrevivir, ¿él? Las notas de una melodía que rompió mi silencio.
Había cosas que uno no planeaba, y Jihoon tenía pruebas de eso, porque él no había decidido mudarse a los trece años. Sabía que, a pesar de ser alguien ordenado, no podía tener todo bajo su control y eso no le parecía malo, no cuando en ese momento debía dejarse llevar por sus sentimientos, revelar lo que sentía porque esa era su última oportunidad.
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"...- 𝘌𝘴𝘵𝘰 𝘥𝘦𝘣𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯𝘢 𝘫𝘰𝘥𝘪𝘥𝘢 𝘣𝘳𝘰𝘮𝘢 𝘓𝘦𝘦 𝘚𝘦𝘰𝘬𝘮𝘪𝘯. - 𝘍𝘳𝘶𝘯𝘤𝘪́𝘢 𝘦𝘭 𝘤𝘦𝘯̃𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘺𝘢 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘭𝘰 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘰 𝘧𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘢𝘭 𝘮𝘦𝘯𝘰𝘳, 𝘵𝘢𝘮𝘣𝘪𝘦́𝘯 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘭 𝘱𝘶𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘴𝘶 𝘯𝘢𝘳𝘪𝘻 𝘺 𝘨𝘰𝘭𝘱𝘦𝘢𝘣𝘢 𝘳𝘢́𝘱𝘪𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘶 𝘱𝘪𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢 𝘦𝘭 𝘴𝘶𝘦𝘭𝘰... - 𝘗𝘰𝘥𝘳𝘪́𝘢𝘴 𝘩𝘢𝘣𝘦𝘳 𝘢𝘷𝘪𝘴𝘢𝘥𝘰. -
- 𝘠𝘢 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘥𝘪𝘫𝘦 𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴, ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘥𝘦𝘣𝘦𝘳𝘪́𝘢? - 𝘱𝘳𝘦𝘨𝘶𝘯𝘵𝘰́ 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘨𝘪𝘦́𝘯𝘥𝘰𝘴𝘦 𝘥𝘦 𝘩𝘰𝘮𝘣𝘳𝘰𝘴 𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘫𝘶𝘨𝘢𝘣𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘭𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘩𝘢𝘣𝘪́𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘩𝘢𝘣𝘪𝘵𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯...."