¿Okita Souji, un demonio de origen y confiabilidad desconocidos, encargado por el Supremo Izanagi para restaurar el orden en la Tierra? Era impensable. Sobre todo, decidir emparejarlo con un guerrero venerable y feroz como Susano'o fue un verdadero insulto. ¿Cómo podía Izanagi permitir tal imprudencia? Aunque nadie podía entender qué lo había llevado a confiar en ese demonio, al final esta decisión no fue impugnada. Okita Souji se encontró entonces caminando por las calles de un pueblo cuyas cenizas de los edificios ensuciaban las suelas de sus sandalias. La desolación que lo rodeaba era abominable, pero los cadáveres esparcidos por los campos y lo que había sido destruido no podían recuperarse. -Pasó por aquí.- Okita sólo tuvo que cerrar los ojos para percibir la esencia indomable de Susano'o. Su aura era fuerte y representaba plenamente su fuerza física y mental. Era un guerrero poco común incluso entre los dioses, no podía haber nadie que pudiera igualarlo o pensar en superarlo. Al menos hasta ahora. -Susano'o no Mikoto.- Okita se humedeció los labios, eufórico, sus ojos se nublaron con sombras rojizas por unos segundos: -Me pregunto qué me tendrás reservado cuando pelearemos.- Shuumatsu no valkyrie ----> 𝓢𝓾𝓼𝓪𝓷𝓸'𝓸/𝓞𝓴𝓲𝓽𝓪 • 𝓓𝓸𝓾𝓫𝓵𝓮-𝓢𝓱𝓸𝓽
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