Dos corazones heridos, perdidos y llenos de inseguridades. Luchan con su lado emocional y racional, no saben qué es lo correcto. Uno quiere huir, el otro batalla por mantenerlos unidos. No se quiere rendir. Está dispuesto a no darse por vencido, a arreglar lo que dañó. No se va a ir hasta estar seguro de que ya no hay ninguna posibilidad de que ambos puedan conectar de nuevo, porque mientras haya esperanza, y más importante, cariño entre ambos, siempre podrán levantarse una vez más. Pero... espera la respuesta de su compañero, de su amigo. ¿Qué le dirá? ¿Acaso huirá sin intentar sanar ese lazo especial que han creado? ¿O lo escuchará y tratará de dar un paso al frente, olvidando el pasado?