Era estúpido pensar que Kalox no se daría cuenta de su pequeño... problemita. Por el amor de Merlín, ¡llevaba años estudiándolo! Sería algo contraproducente pensar que no se daría cuenta de las cicatrices, de sus ausencias, de su estado ante, durante y tras la luna llena. A pesar de que él lo ocultara. A pesar de que no se conocieran. Y, por Rowena, ella no dejaría aquel misterio sin resolver, porque si algo odiaba Kalox Cleenair era no comprender algo. Sobre todo si ese algo comenzaba por R, terminaba por emus e involucraba su hiperfijación por la licantropía.