Nunca fue necesario tener poderes para tener impacto en el mundo, aun cuando dicho mundo gira en torno a estos regalos de la genética y, en algunos casos, de la suerte también. Esta lección le quedó claro a Midoriya desde el instante en que adquirió consciencia, incluso antes de enterarse que carecía de uno de estos "dones". El lado positivo de ser alguien Quirkless y tener una personalidad como la suya es que pudo encontrar con facilidad un propósito de su tan aburrida existencia. Por suerte, los estantes aparentemente infinitos de la biblioteca no compartían la idea colectiva sobre los "corrientes". Al final, los tan endiosados "Quirks" también deben someterse a las leyes universales de la ciencia, ¿Verdad?
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