Te a pasado, estar sentada alguna vez tranquila en un lugar y que llegue una mariposa a ti, se pose sobre tu brazo, tu pelo o ropa?. Creo que aveces eso es un fiel reflejo de momentos en nuestras vidas, en dónde a ratos se nos invita a dejar de perseguir y en vez a encontrar más calma para que eso que queremos llegué a nosotros, no se trata de no tomar acciones o no ser activos en aquello que queremos, sino en dejar de esforzarnos, de querer controlar o de perseguir desesperadamente algo, tal vez si se siente desesperado es porque ese algo no es para nosotros...