Cuando Gala se mudó a Madrid no pensaba en todo lo que su vida iba a cambiar, pensaba pasar allí un año acabar las prácticas sin encariñarse de nadie y volver a casa a continuar con su vida, pero los planes no siempre son lo que esperábamos, y la vida no siempre tiene los mimos planes que nosotros. Porque es muy difícil luchar contra los sentimientos y más cuando son correspondidos.