Cuando Jamie decide experimentar nuevas aventuras, nunca imaginó que su heterosexualidad se vería vista en juego. Jamie tiene todo lo que un universitario promedio pudiera desear; vida social y un expediente académico intachable. Sin embargo, cuando la monotonía se convirtió en un hecho tan hostigante que empezaba a sumergir su vida en agujero que lo sofocaba; decide realizar un experimento que le permitiría abrir su mente ante nuevos retos. Cuando conoció a Dean -ese chico de ojos grises y amante de los animales-, nunca imaginó que las cosas terminarían de esa manera.