Saber que ahora cargas con la responsabilidad de un primogénito, perder a tu amada en el parto y encima ser de importancia en el Reino como uno de los mejores Caballeros. No existe duda que será un largo camino plagado de obstáculos para ti y tu hijo, pero sabes que nunca vas a rendirte por qué fue tu mayor promesa. En fin... No existe guía para ser padre.