Victoria y Timothée se odian. Victoria y Timothée no se pueden ni ver. Pero cada vez que se cruzan, sus encuentros son tan explosivos y trascendentales como el maldito Big Bang, en el mejor y peor de los sentidos. Para Timothée, Victoria es una especie de robot con apariencia de muñeca. Y Victoria cree que Timothée tiene trastorno de la personalidad. Te lo advierto, esta historia está plagada de desastres, sin sentidos y mucha, pero mucha mala suerte.