Absolución/許し - "Hasta que se cumpla el tiempo acordado"

Hace más de dos siglos, en el albor de la humanidad, la luz cayó sobre los hombres. Aquella luz nos otorgó conocimiento sobre nuestra alma y espíritu permitiéndonos crecer. De entre todos los bendecidos, un hombre se asentó como el Sabio de tal poder y guió a la humanidad a través del camino del ninshu. Sin embargo, tras convivir durante años con aquella luz, ciertos bendecidos se dieron cuenta de que con la luz también había llegado la oscuridad. Al darse cuenta de que la oscuridad era más fuerte, fueron tentados, y debido a su codicia las cortinas del alba se cerraron sobre nosotros. Desde entonces, los seres humanos perdieron el contacto con la luz y la maldición se esparció por el mundo. Desde el fondo de la tierra surgieron aquellos que desde aquel momento serían llamados vampiros.

Estos vampiros se asemejaban a los humanos. A pesar de asemejarse a nosotros poseían una belleza impactante, su tez era como la porcelana, sus ojos estaban teñidos por un tono carmesí y sus colmillos se asemejaban a los de las bestias. Se alimentaban de los humanos, ingiriendo su sangre, haciéndolos rejuvenecer y fortalecerse. El mayor período de terror para la humanidad había comenzado y avergonzados de haber traído esta maldición sobre ellos mismos solo fueron capaces de sucumbir ante el exterminio. Para protegerse, se vieron obligados a deambular por el planeta durante casi dos siglos hasta que en cierta región encontraron un mineral imbuido de una fuerza especial.

Con este mineral forjaron armas capaces de decapitar a los vampiros y formaron cinco asentamientos en los que pudieron esconderse de la maldición. La humanidad consiguió resistir construyendo muros protectores alrededor de las cinco regiones. Gracias a todos estos esfuerzos, la humanidad empezó a prosperar en un período de paz de nuevo durante 100 años pero aun así, la amenaza de la maldición todavía se cierne sobre los restos de la civilización...