14 Partes Continúa Contenido adultoDicen que algunos amores se apagan, que el tiempo borra memorias, que el silencio rompe los lazos. Pero ellos... ellos eran la excepción. Porque lo suyo no fue solo amor, fue destino, fue promesa escrita en el alma.
Aunque la vida los llevó por caminos distintos, aunque pasaron años y el mundo cambió... había algo que nunca murió: lo que sentían el uno por el otro.
Cada vez que sus corazones latían, aún lo hacían al mismo ritmo, como si nunca se hubieran soltado de verdad.
Los años marcaron sus memorias. Leslie era psicóloga clínica, dedicada, amorosa, apasionada. Amaba la música, las conversaciones largas, los atardeceres, y sobre todo, estar con su familia y con quien le robó el alma una vez: su prometido. Guardaba una fuerza interior que pocos conocían, la de alguien que había amado con el alma, y aún lo hacía... aunque en silencio.
Alex era serio, de esos que pocos logran descifrar. Pero por dentro, era un océano de sentimientos. Cariñoso cuando entregaba el corazón, comprometido con su esposa, con sus hijos: Sofía, de 4 años, y Andrés, de 7. Era un hombre que amaba profundamente, pero había una parte de él que permanecía sellada. Un rincón de su alma donde vivía un recuerdo que el tiempo nunca logró borrar.
Ambos compartieron un pasado en común cuando ella tenía 15 años y él 19. Una historia que duró poco más de un año y medio, pero que dejó huellas más profundas que muchas historias de décadas. Se amaron con la inocencia de los primeros amores, pero también con la intensidad de dos almas que, sin saberlo, ya se habían reconocido de antes... quizás de otra vida.
A veces, cuando el mundo callaba y la noche era cómplice, Leslie se encontraba pensando en él. No como una ilusión, sino como algo real, latente. Y Alex, en esos momentos de silencio mientras veía dormir a sus hijos, sentía un vacío que no podía explicar... como si algo suyo estuviera lejos, en otro lugar, en otro corazón.
Y es que hay amores qu