Juanjo Bona odió a Martin Urrutia desde el mismo momento en el que le conoció. Odió su franca sonrisa, su emoción desmedida y aquella sinceridad tan característica que esgrimía. Pero, por encima de todo, odió el sentimiento de envidia que crecía en él a medida que le iba conociendo.
En Madrid se estorban mutuamente. Evitan coincidir y se rehúyen la mirada, pero los motivos de su comportamiento no llegan a ser claros para ninguno de los dos. Aunque, quizás, sí lo sean un poco más para Juanjo, que sabe que cuando cierra los ojos y se deja sentir, no es capaz de sacarse a ese maldito chico de la cabeza. Y todo empeora cuando tiene que trabajar más cerca de él de lo que le gustaría si es que quiere acercarse un poco más a su sueño de ser cantante.
Una historia sobre aprender a quererse y a querer, a aceptarnos con nuestras imperfecciones y a trabajar por aquello que nos mueve. Una historia sobre el amor, en todas sus formas y manifestaciones.
Martin lleva años enamorado de un chico que no lo ha mirado más de cinco veces en su vida. Si tan sólo él fuera más valiente o el mejor amigo de Álvaro no fuera un gilipollas de manual, quizá acercarse al sevillano le resultaría más sencillo.
Juanjo entiende perfectamente lo duro que es esperar a ese alguien especial. Y esa persona, su persona, lo odia por algún motivo inexplicable.
Convencer a Martin de que se quede a su lado será difícil, pero no tanto si Juanjo sabe jugar bien sus cartas.