Cuando Slytherin y Gryffindor se unen en el mismo juego, nunca podrá haber dos ganadores. Harto de los problemas que los alumnos de Hogwarts le ocasionaban, Dumbledore decide poner una solución a la situación: unir las Casas para que todos aprendan a vivir en armonía. A medida que todo avanza, los estudiantes serán testigos de cómo las cosas cambian para bien y para mal, y de cómo algo más que una amistad surge entre Hermione y Draco Malfoy.