La madrastra de Avery Tate la obligó a casarse con un pez gordo debido a que su padre entró en bancarrota.
Había un detalle, el pez gordo -Elliot Foster- estaba en estado de coma. A ojos de la opinión pública, era solo cuestión de tiempo que la consideraran viuda y la echaran de la familia.
Un giro de los acontecimientos se produjo cuando Elliot despertó inesperadamente del coma.
Enfurecido por su situación matrimonial, agredió a Avery y amenazó con matar a sus bebés si los tenían. -¡Los mataré con mis propias manos!, gritó.
Habían pasado cuatro años cuando Avery regresó nuevamente a su tierra natal con sus gemelos, un niño y una niña.
Mientras señalaba la cara de Elliot en la pantalla del televisor, recordándole a sus bebé:
-Manténganse lejos de este hombre, ha jurado matarlos a los dos.
Esa noche, el ordenador de Elliot fue hackeado y fue retado, por uno de los gemelos, a que fuera a matarlos. -¡Ven a por mí, gilipollas!.
¿Que pasa cuando dos familias son enemigas,? Freen Sarocha y Rebecca Armstrong tendrán que luchar en contra de sus apellidos... y ver si el amor vencerá o podrá más el odio...