Nota: Mini historia.
Escribí esta historia el 2 de agosto de 2024. Publiqué una parte, pero luego la dejé en borradores. Supongo que era porque me parecía demasiado descabellada.
Ahora decidí publicarla por si a alguien le gusta.
...
Nadie entendía por qué ocurrían esos sucesos. Al principio, la sociedad se asustaba: se escondían en sus casas, huían al campo, como si aquellos extraños acontecimientos solo ocurrieran en Londres. Y, ¿cómo culparlos? ¿Cómo no temerle a algo que aparecía de la nada?
Puertas.
Puertas distintas.
A veces brotaban en el salón, otras en el patio o en medio de la calle. Ninguna era igual a otra. Algunas parecían salidas de cuentos de hadas; otras, como ruinas olvidadas. Pero lo inquietante no era su forma ni su aparición inesperada. Lo realmente perturbador era lo que salía de ellas.
Porque lo que salía... eras tú.
Tu versión futura. Con tus cicatrices, tus errores, tus aciertos. Con las marcas del tiempo y las decisiones que aún no has tomado. Ese otro "tú" podía hablarte, abrazarte, pasar días contigo. Reír, llorar. Contarte cosas que aún no habías vivido. Pero jamás podías cruzar. La puerta no se abría desde este lado. Solo ellos podían venir.
Con el tiempo, la sociedad se adaptó. Algunos lo usaron como guía, otros como advertencia. Algunos se beneficiaron, otros perdieron la cordura. No todos están listos para conocer su destino.
Y luego estaban los Bridgerton.
Ellos no veían las puertas como amenaza ni milagro. Para ellos, eran simplemente otra excusa para reunir a la familia. Una familia enorme, ruidosa, amorosa... y ahora, más grande que nunca.
Los personajes que aquí aparecen no son de mi propiedad.
Llora sin consuelo...
Llora pensando en ello...
Sentada en aquella cama...
Recordando Lo Que Chris Le Ha Hecho...
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¡Hola, hermoso lector o hermosa lectora que llega aquí!
La verdad, dudé mucho a la hora de escribir este fanfic y más poniendo a Chris como el malo, a pesar de ser uno de mis héroes favoritos. Pero finalmente me decidí a hacerlo.