A los dieciocho años las circunstancias obligaron a Anahí a trabajar como bailarina en aquel cabaret, sin tener más opciones en dónde elegir, tenía que mantener a su mamá, que ya estaba en la última fase de su enfermedad, un año después inevitablemente había llegado su muerte, y en ese entonces lo que mejor sabía hacer era bailar, la danza era su vida... Ahora también sabía defenderse de las personas que una y otra vez la habían menospreciado, pero ¿Sabría defenderse del amor cuando este volviera a aparecer en su vida? Alfonso tenía toda su vida ordenada y un futuro planificado. Hasta que en su cumpleaños número veintiséis la aparición de una persona inesperada provocó un cambio radical en su vida desordenando todos sus esquemas.