Callia era una adolescente normal, o eso pensaba, tenia dos mejores amigos que la acompañaban en todas sus aventuras, Jonathan al cual le llamaban John y Madison a la cual llamaba maddie, tenia una vida como la de cualquier adolescente, salía de fiesta, salía con sus amigos, se enamoraba, peleaba con su madre etc. Cosas normales de adolescentes, pero de un día a otro todo cambio y nada era como antes, hasta el punto en que no recordaba como era la normalidad.
Sin querer entro en un mundo del cual no sabia nada, luchando contra todo y todos, no sabia nada, pero lo que si sabia era que podía confiar en el, el con sus ojos verde llenos de misterio ese rostro frio y carente de emociones pero sin embargo era la única persona en la cual podría confiar, porque sabía que el nunca me traicionaria, porque sabía que éramos el uno para el otro.
O eso creí.
aahhh!!!
-corre callia y no mires atrás -.
Deje atrás la vida que mis padres planearon, mi prometido que me daría el poder terrenal más alto en la nación. Nunca tuve que mover un dedo y no conocía lo que era el dolor. Sin embargo, la ambición de ser más que solo una maquina de bebés me impulso a quizás mi plan más suicida. Entrar al cuadrante de jinetes.
Quizá moría en el intento, pero qué diferencia había si yo solo era una marioneta que no vivía.
Un fanfic de la saga Alas de sangre, derechos de autor de locación, universo a Rebecca Yarros.