Cuando somos adolescentes nos dicen que es la etapa de cuestionarnos, de cometer errores, de actuar y después pensar. ¿Qué pasa si tienes 24 años, ya has vivido tu adolescencia y descubres que aún te quedan cosas por cuestionar, por cambiar? De repente un día, aparece un nuevo deseo, una nueva pregunta... Ella.