Nacer como un omega fue, quizás, el peor y primer error de Hinata Shoyo.
Su padre era un aristócrata con título de "barón". Lo más bajo en los títulos nobiliarios y considerado como un cero a la izquierda en lo que respecta a la sociedad noble. Un heredero alfa era lo ideal, uno que con su ingenio lo ayudara a expandir negocios y subir de rango, pero para su desgracia, Shoyo nació como un omega y desde su primera presentación, fue obligado a intentar cerrar negocios a cambio de matrimonios con alfas que solo querían someterlo.
A causa de los malos negocios de su padre, echos por querer aumentar su riqueza y poder, en una fría noche de invierno y con dieciocho años, Shoyo se ve ofrecido ante el príncipe heredero de Karasuno como parte de pago. Así salvaría en pellejo de su padre y sin poder negarse, ya que su madre y su pequeña hermana podría pagar las consecuencias.
Lo que no esperaba Hinata era, por supuesto, que aquel príncipe, de nombre Kageyama Tobio, en lugar de aceptarlo como lo ofrecieron: un simple juguete. Lo acepta como su esposo, causando un desconcierto en Shoyo porque:
¿Por qué Kageyama Tobio, un príncipe, un heredero a un trono, quisiera casarse con el hijo de un barón que no hizo más que estafar a la familia real de Karasuno?
Lee y descubrelo.
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[Los personajes no me pertenecen. Créditos a su autor Haruichi Furudate.]
[Las imágenes que puedan llegar a encontrar, tampoco me pertenecen. Créditos a sus respectivos autores.]
[La historia sí me pertenece, por lo tanto, no se aceptan copias ni adaptaciones.]
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.