Dazai Osamu, heredero de la Port Mafia e hijo de un médico militar, es compañero de un nuevo recluta, Chuuya Nakahara. Chuuya, un carismático chico de los barrios bajos, usaba su encanto para ganarse la confianza de todos sin embargo, Chuuya odiaba la Port Mafia y tenía como objetivo destruirla, buscando usar a Osamu como su peón.
A medida que conocía más a Osamu, Chuuya odiaba aún más la Port Mafia por lo que le había hecho a su compañero soñaba con llevarlo lejos y abrir una cafetería juntos, pero la verdad salió a la luz: Chuuya era un infiltrado.
Osamu, al enterarse de la traición, se resistió a creerlo hasta enfrentar a Chuuya, quien no pudo negarlo en una confrontación final, el padre de Osamu le dio un arma para matar a Chuuya, pero Osamu, devastado, dejó caer el arma y ordenó a Chuuya que se fuera y no volviera. Chuuya escapó, no por miedo, sino por el dolor de haber traicionado a Osamu.