Acababa de terminar mi último año de carrera, estaba en mis últimas vacaciones largas, era el primer lunes de verano cuando me disponía a tomar mi tan preciado café matutino en mi rincón favorito de la casa, el ventanal del salón, sentada en el cómodo sillón y disfrutando de las vistas, cuando de pronto veo pasar a alguien que llama mi atención. Un chico, que va corriendo, es alto, moreno, corpulento, pero delgado y con unos ojos verdes que al reflejo del sol parecen grandes orbes de esmeralda, él me mira y hacemos contacto visual, quién diría que esos ojos guardaban un oscuro secreto, que incluso yo tardaría en descubrir, soy Nora y esta es mi historia.
En dónde Noah vive con su madre y tiene una peculiaridad maligna que no puede controlar, pero en cuanto conoce a Enoch logra controlar su lado maligno.