A veces, conocer a alguien en el lugar menos esperado puede cambiar tu vida de manera inesperada. Ese día, en la parada de bus equivocada, conocí a la chica más linda y tierna que jamás podría imaginar. Lo que empezó como un simple encuentro se convirtió en una aventura inolvidable, una locura que marcaría mi vida para siempre. Los recuerdos de ese día no se borrarán de mi mente, recordándome siempre que, a veces, las coincidencias pueden ser el comienzo de algo extraordinario.