Dorado fue el cielo sobre su cabeza, movida fue la tierra bajo sus pies. En potestad suya estaba el mundo ahora, los engranajes del origen girarían una vez más como fue mandado en el Génesis durante el día de la fundación del mundo. Pero... ¿Entonces por qué perdió? ¿Por qué La Persona Superior a Dios fue vencida? Ni siquiera los arcángeles podían vencerle, pero allí estaba ese chico, que con su mano derecha acabo con sus sueños. No, fue la humanidad misma quien le venció. Ahora su pecado debía ser expiado, un nuevo mundo exigía su presencia y accionar. Tal vez allí, Fiamma podría comprender aquello que escapaba a sus manos, en esa tierra con su Guerra del Santo Grial.
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