Creí que mi vida estaba en el camino correcto. Me casé con el hombre que pensé sería el amor de mi vida, pero apenas veinticuatro horas después, firmé los papeles del divorcio. Mi mundo se derrumbó y, de un momento a otro, todo lo que alguna vez sentí como mío, dejó de serlo.
Volver al trabajo parecía la única opción lógica. Elliot, mi jefe, nunca se interesó realmente por mi bienestar, pero ahora es el único que parece ver a través de mis máscaras. Él ve la verdadera versión de mí, aquella que intento ocultar al mundo.