Dicen que el espejo del alma y yo siempre creí que el amor era demasiado complejo. El odio entre nuestros padres evitaban que cada uno conociéramos la existencia del otro. Pero el destino no se puede detener, y los sentimientos no se pueden evitar. Aquel chico de ojos avellana me cautivó, quería conocerlo de cerca.Pero ya sabíamos que eso no era posible. O al menos eso creía mi padre. Pero aquel huracán si que tenía nombre de una persona en especial y terminó haciendo un desastre no sólo en mi corazón sino también el mi mente. Y simplemente un atardecer se llevó,mi último suspiro,mi última lágrima y mi última mirada dejándome sin nada. Abandonando lo que un día fue importante y ascendiendo al lugar que algún día conoceríamos todos tarde o temprano.All Rights Reserved
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