Eres una chica un tanto... tosca, es la mejor manera de describirte, de pequeña te intereso demasiado la mecánica, al punto que decidiste estudiar ingeniería en mecánica ignorando la escuela tradicional. Ya a los quince años dominas cada tipo de máquina, pero la que más te llamaba la atención, era la maquina humana. Se te era lógico encajar una pieza con otra con respecto a los motores, pero con los humanos...
En un intento de conocer más la máquinas de la naturaleza, decidiste estudiar medicina, y te lograste dar cuenta, que era casi lo mismo, cada engranaje... o cada parte del cuerpo, encajaba perfectamente uno con el otro, era como un rompecabezas con sangre a tu vista.
Ya a los veintidós años, eras cirujano.
Decides dedicarte a hacer maquinas, pero para partes del cuerpo, si a una persona, le faltaba una pierna, creabas una y se la enlazabas con los nervios originales... mangueras y venas para ti, son iguales...
Un día, en tu isla natal, a lo lejos logras ver una batalla entre piratas, lo cual no le tomas importancia. Pero lo que si... es qué tarde por la noche te encuentras a cierto pelirrojo ahogado en la costa... decides salvarle la vida, ya que ¿Qué consecuencias podrías traer?
Por mucho maquillaje que me eche, no voy a lograr borrar la expresión fría de mi piel.
Mi sangre congela cada una de mis extremidades cuando pasa, hace que mi corazón rompa tímpanos de hielo.
Nunca olvidaré aquellas aventuras, aquellas sensaciones que me hiciste experimentar en el mejor de mis sueños.
Aquella vida que creaste, basada en tu retorcida mente, en lo que más odiabas y en lo que más deseabas.
Como un juego fue todo para ti, incluso el amor y la tristeza, la enfermedad y la muerte.
Soy incapaz de cerrar mis ojos y no pensar en ti, en las palabras que me dedicabas, en tus caricias ensayadas.
Y por muchas lágrimas que derrame jamás seré capaz de limpiar mis pecados, creyendo en un Dios o en la más maligna de las tempestades.
Y veo que está lloviendo, como la tierra absorbe el agua con avaricia, igual lo hacíamos nosotros, lo cogíamos todo pero sin necesitar todos aquellos caprichos.