Diego Hargreeves había pasado gran parte de su vida luchando contra enemigos visibles e invisibles. Su habilidad para lanzar cuchillos con una precisión letal era solo una pequeña parte de lo que lo hacía un adversario temido. Pero detrás de la máscara de dureza, había un hombre marcado por su pasado y por las expectativas que su padre, Reginald Hargreeves, había impuesto sobre él y sus hermanos. Por otro lado, Emma Thorn, una artista con un espíritu rebelde, se encontraba en un viaje propio de autodescubrimiento. Su arte era su escape, una manera de dar forma a las emociones que no podía expresar con palabras. Desde joven, Emma había sentido que su destino estaba atado a algo más grande que ella misma, aunque no sabía exactamente qué. Sus caminos estaban destinados a cruzarse en el momento justo, en una noche en que la lluvia caía como un telón de fondo perfecto para el comienzo de una historia inesperada.