La Lisianthus es conocida como la flor de la belleza y la lealtad, pero si lo tomamos en otro contexto, también es la de la mentira y el engaño.
Randy y Chris tuvieron una hija no deseada a los 19 años.
El padre de Randy los obligó a casarse. Todo iba bien. Randy cumplió su sueño de formar una familia, y Chris estaba muy emocionado y feliz de al fin comenzar a vivir.
Las peleas no tardaron en llegar. Escalaron tanto que Chris decidió irse de casa.
Una madrugada, con equipaje en mano se dirigió a la habitación de su hija recién nacida para verla por última vez.
Se entristeció al ver los ojos amarillos de su hija, eran idénticos a los suyos.
Con el tiempo, Randy conoció a otro hombre. Ahora, con una hija y un novio que no le agrada la idea de tener hijos, duda en seguir con él.
La propuesta de matrimonio lo alegró bastante, pero hay un problema;
Randy sigue casado legalmente con Chris.
Decidido a dejarlo ir, contacta con él para acordar el divorcio, junto a su hija, llegan a un restaurante donde Chris los está esperando.
Luego de pasar un día con ellos, Chris, arrepentido y ahora encariñado con su hija decide no cometer el miso error y no volverla a abandonar.
Acuerdan que Chris puede pasar 3 tardes a la semana con su hija, en espera del día del divorcio, que será en 3 meses.
Chris hará todo lo posible y aprovechará esas 3 tardes a la semana para ganarse el cariño de su hija y, ¿Por qué no? Volver a enamorar a Randy.